Un recorrido de 26 kilómetros, 19 estaciones y tres nuevas comunas que se integrarán a la red, es parte de lo que traerá consigo el levantamiento de la Línea 7 del Metro de Santiago, cuyas obras iniciarán a fin de año luego de que ayer la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región Metropolitana diera luz verde al proyecto de US$2.528 millones.
Se espera que en 2027 el tramo que unirá a las comunas de Renca y Vitacura -ambas por primera vez tendrán metro- sea una realidad, lo que traerá una serie de impactos positivos para los barrios por donde cruce: polos comerciales, mayores accesos a servicios, conectividad e integración social, son parte del plus que tiene estar cerca de una estación de metro.
Lo anterior, por cierto, se traduce en un aumento en la plusvalía de las propiedades allí emplazadas, lo que, de hecho, según voces ligadas a la industria inmobiliaria del país, se ha comenzado a notar desde que la entonces Presidenta Michelle Bachelet anunció en 2017 la creación de esta nueva línea.
Aquello, considerando que, sin estar aún en funcionamiento, la Línea 7 presenta el valor promedio de suelo más elevado en comparación a las otras líneas del tren subterráneo (en operaciones o proyectadas). Según un estudio confeccionado por BDO Chile en 2019, y tomando en cuenta un rango de 0 a 1.000 metros a la redonda del trazado, alcanza un precio promedio de 80,3 UF el m2.
Y es que su recorrido incluye comunas como Vitacura y Providencia, dos de las más caras en términos UF/m2 y de las mejor equipadas. A lo que se suma otra de las bondades de esta línea: todos los grupos socioeconómicos estarán expuestos -en mayor o menor medida- a alguna estación de la red.
Para el arquitecto y consejero del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, Iván Poduje, este se trata de un proyecto “fundamental, ya que recorre de oriente a poniente (de Santiago), que es el eje de mayor carga, lo que aliviará la saturación de la Línea 1”.
Además, resaltó la relevancia social de la iniciativa, lo que “sin duda” beneficiará principalmente a las comunas de Renca, Cerro Navia y Quinta Normal. “Estas dos últimos, además, tendrá Mapocho Río, que es el parque de mayor inversión en la historia reciente. Y ambos proyectos (Mapocho Río y Línea 7) tienen sus diseños coordinados”, acotó el urbanista.
A su vez, sostuvo que las plusvalías en los sectores cercanos a la línea “debieran subir en promedio un 30%, beneficiando a miles de hogares de clase media y a muchas pymes”, añadiendo, por otro lado, que el mayor desarrollo inmobiliario producto de esta obra se ha notado con más fuerza en el sector oriente, “especialmente en el eje Kennedy-Estoril, pero eso ya venía ocurriendo y la Línea 7 lo consolidará”.
Valores comenzaron a subir a partir del anuncio
Para Sergio Correa, gerente inmobiliario de Colliers, la llegada de una nueva línea de metro “sin duda impacta en el valor de las propiedades, ya sean casas, departamentos, oficinas o terrenos para desarrollo”.
“Lo que se ha visto en el pasado es que los valores comienzan a subir solo con el anuncio de una nueva línea y aumenta en el tiempo a medida que se acerca la puesta en marcha. En general depende mucho del tipo de propiedad y su cercanía al metro, siendo las casas las más apetecidas al día de hoy, con aumentos que pueden alcanzar un 25% de su actual valor”, sostuvo.
Mientras que la plusvalía de los inmuebles en general, acotó Reinaldo Gleisnar, vicepresidente de la misma firma, aumentan en promedio entre un 8 y 10%. “El mayor nivel de plusvalía para la venta y arriendo de vivienda y oficina se produce en 500 metros de diámetro desde una estación de metro”, añadió.
Correa, además, aseguró que “la Línea 7 fue anunciada hace 4 años y sin duda ya ha impactado en el valor de las propiedades y el interés por vivir bien conectado. Por ejemplo, en la comuna de Renca, ya se han desarrollado varios proyectos de integración social y se estima que con los cambios que propone el nuevo plan regulador, podrían construirse más de 12.000 nuevas viviendas a menos de 300 mts de una estación de metro”.
“Al otro extremo, en barrios residenciales cercanos a la futura estación Estoril, las casas ya han subido en los últimos 4 años un 20% y seguirán subiendo, a medida que avance la construcción de la línea”, agregó.
Así, el ejecutivo resaltó que todas las comunas por las que cruce este nuevo tramo “debieran beneficiarse”, aunque “probablemente los extremos de la línea serán los que más aumentará en valor, sobre todo en el sector poniente. Puntualmente la comuna de Renca, que en paralelo discute un nuevo plan regulador, podrá conjugar ambas situaciones y aumentar significativamente sus precios”.
Beneficios transversales
Por otra parte, Ingrid Hartmann, jefa de investigación CBRE, comentó que “en general, la llegada del metro a alguna zona fomenta el desarrollo de proyectos de uso mixto y es usual ver placas comerciales en los primeros pisos de los edificios de oficinas o habitacionales”.
“La llegada de la nueva línea 7 es una razón de peso para que estas zonas sean de alto potencial y es así como en la actualidad en la comuna de Renca existen 7 proyectos de vivienda para la venta, en respuesta también a favorables características de accesibilidad y conectividad, además de la mayor disponibilidad de terrenos para desarrollo”, dijo.
A su vez, recalcó que “la llegada del metro “beneficia a todas las comunas involucradas de forma transversal. En Renca y Cerro Navia tiene un efecto muy positivo en termino de acortar distancias y eso claramente es un incentivo para el desarrollo inmobiliario habitacional”.
Por otro lado, continuó Hartmann, “en la comuna de Vitacura, las posibilidades de desarrollo habitacional son más acotadas dado el alto grado de consolidación en el uso de suelo en altura. Sin embargo, la llegada del metro beneficia a los sectores inmobiliarios comerciales y oficinas, ya que una estación de metro trae consigo el aumento en los flujos peatonales. En el mercado de oficinas la llegada del metro es clave”.
Fuente: Emol.com
